VOLCANES DE
CHILE Y
SUS ERUPCIONES
SUS ERUPCIONES
Volcán
Puntiagudo
Erupción del
Volcán Huaina Putina, 14 de Febrero de 1600
Erupción del Volcán Antuco en 1624
Erupción del Volcánica de 1640
Erupción del Volcán Chillán en 1751
Erupción del Volcán Antuco en 1752
Erupción del Volcán Peteroa, 3 de Diciembre de 1762
Erupción del Volcán Tutupaca, 30 de Marzo de 1802
Erupción del Volcán Antuco en 1820
Erupción del Volcán San José en 1822
Erupción del Volcán Peteroa, Febrero de 1837
Erupción del Volcán Quizapú en 1847
Erupción de los Nevados de Chillán en 1861 - 1864
Erupción del Volcán Llaima en 1872
Erupción del Volcán Lonquimay en 1887
Erupción del Volcán Peteroa en 1889
Erupción de los Volcanes Huequi y Calbuco en 1893
Erupción del Volcán Yate en 1896
Erupción del Volcán Nuevo, Nevados de Chillán, Agosto de 1906
Erupción del Volcán Riñinahue, Abril de 1907
Erupción del Volcán Llaima, Febrero de 1908
Erupción del Volcán Villarrica, Octubre de 1908
Erupción del Volcán El Planchón, Junio de 1911
Erupción del Volcán Calbuco, Abril de 1917
Erupción del Volcán Puyehue en 1921 y 1922
Erupción del Volcán Calbuco, Enero de 1929
Erupción del Volcán Tacora, Enero de 1930
Erupción del Volcán Puntiagudo, Abril de 1930
Erupción del Volcán Quizapú, Abril de 1932
Erupción del Volcán Descabezado Grande, Junio de 1932
Erupción del Volcán Llaima, Enero de 1933
Erupción del Volcán Lonquimay, Enero de 1933
Erupción del Volcán Llaima, Febrero de 1937 - 1938
Erupción del Volcán Llaima, Junio de 1941
Erupción del Volcán Llaima en 1945 - 1946
Erupción del Volcán Villarrica en 1948 - 1949
Erupción del Volcán Carrán, Julio de 1955
Erupción del Volcán Llaima en 1956 - 1957
Erupción del Volcán Puyehue, Mayo de 1960
Erupción del Volcán Calbuco, Febrero de 1961
Erupción del Volcán Villarrica, Marzo de 1963
Erupción del Volcán Villarrica, Marzo de 1964
Erupción en la isla Decepción, Diciembre de 1967
Erupción del Volcán Hudson, Agosto de 1971
Erupción del Volcán Villarrica, Diciembre de 1971
Erupción del Volcán Villarrica, 1984
Erupción del Volcán Lonquimay, Diciembre de 1989
Erupción del Volcán Hudson, Agosto de 1991
Erupción del Volcán Antuco en 1624
Erupción del Volcánica de 1640
Erupción del Volcán Chillán en 1751
Erupción del Volcán Antuco en 1752
Erupción del Volcán Peteroa, 3 de Diciembre de 1762
Erupción del Volcán Tutupaca, 30 de Marzo de 1802
Erupción del Volcán Antuco en 1820
Erupción del Volcán San José en 1822
Erupción del Volcán Peteroa, Febrero de 1837
Erupción del Volcán Quizapú en 1847
Erupción de los Nevados de Chillán en 1861 - 1864
Erupción del Volcán Llaima en 1872
Erupción del Volcán Lonquimay en 1887
Erupción del Volcán Peteroa en 1889
Erupción de los Volcanes Huequi y Calbuco en 1893
Erupción del Volcán Yate en 1896
Erupción del Volcán Nuevo, Nevados de Chillán, Agosto de 1906
Erupción del Volcán Riñinahue, Abril de 1907
Erupción del Volcán Llaima, Febrero de 1908
Erupción del Volcán Villarrica, Octubre de 1908
Erupción del Volcán El Planchón, Junio de 1911
Erupción del Volcán Calbuco, Abril de 1917
Erupción del Volcán Puyehue en 1921 y 1922
Erupción del Volcán Calbuco, Enero de 1929
Erupción del Volcán Tacora, Enero de 1930
Erupción del Volcán Puntiagudo, Abril de 1930
Erupción del Volcán Quizapú, Abril de 1932
Erupción del Volcán Descabezado Grande, Junio de 1932
Erupción del Volcán Llaima, Enero de 1933
Erupción del Volcán Lonquimay, Enero de 1933
Erupción del Volcán Llaima, Febrero de 1937 - 1938
Erupción del Volcán Llaima, Junio de 1941
Erupción del Volcán Llaima en 1945 - 1946
Erupción del Volcán Villarrica en 1948 - 1949
Erupción del Volcán Carrán, Julio de 1955
Erupción del Volcán Llaima en 1956 - 1957
Erupción del Volcán Puyehue, Mayo de 1960
Erupción del Volcán Calbuco, Febrero de 1961
Erupción del Volcán Villarrica, Marzo de 1963
Erupción del Volcán Villarrica, Marzo de 1964
Erupción en la isla Decepción, Diciembre de 1967
Erupción del Volcán Hudson, Agosto de 1971
Erupción del Volcán Villarrica, Diciembre de 1971
Erupción del Volcán Villarrica, 1984
Erupción del Volcán Lonquimay, Diciembre de 1989
Erupción del Volcán Hudson, Agosto de 1991
Volcán
Villarrica
Según las creencias mapuches, los volcanes constituían el hogar del Pillán, que era el padre fundador de las razas y linajes, y cuando entraba en erupción era porque desataba su ira por algún comportamiento inadecuado de ellos. No le temían realmente, sino que le profesaban un respeto natural como de hijos a su padre y lo invocaban con sacrificios y ofrendas para hacerle peticiones de diversa índole. Además de humo, temblores y lava, el Pillán expresaba su ira con los truenos y los relámpagos.
Los incas, por su parte, tenían la costumbre de ofrecer cada año el
sacrificio de diez doncellas para evitar la furia del volcán.
El Parinacota y el Pomerape, según las leyendas, corresponderían a dos
amantes, cuya relación fue prohibida y castigada por alguien que se oponía a
su unión, transformándolos en cerros gemelos, que están siempre cerca,
mirándose, pero sin poderse tocar. Los signos de actividad que a veces
presentan, serían intentos de comunicación entre ellos.
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Todos los registros sobre erupciones volcánicas en Chile presentan un cuadro más o menos similar, en el cual se consigna la ocurrencia de algunos fenómenos premonitorios como la emanación de humo en un cráter que parecía inactivo o la aparición de un nuevo cráter. Esto puede durar algunos días, semanas e incluso años, hasta que una serie de temblores y ruidos subterráneos preceden a la salida de cenizas y lava, la que escurre entre 5 y 100 km/h, dependiendo del desnivel geográfico, siguiendo habitualmente las quebradas del área y desembocando en cauces de ríos o lagos. La fase eruptiva ha durado desde algunas semanas, hasta cinco o más años.
Los daños en cuanto a vidas humanas, por lo tanto, no han sido tan trágicos
como en el caso de los terremotos o tsunamis, ya que la población usualmente
alcanza a ponerse a salvo. Dependiendo de la estación en que la erupción
ocurra, se pueden producir deshielos acelerados y avalanchas, que son los que
han provocado más víctimas que la lava misma.
Los daños materiales, en cambio, suelen ser cuantiosos, tanto en la
agricultura como en la ganadería. El ganado puede sufrir una gran mortalidad
por no alcanzar a huir de la lava o porque la lluvia de cenizas cubre la tierra,
provocando ya sea la asfixia de los animales o su muerte por incapacidad de
alimentarse.
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